Adelina Zendejas, el periodismo a flor de piel
Adelina Zendejas es considerada una histórica del periodismo del siglo XX y de la lucha por los derechos de las mujeres. Su forma de ejercer su labor periodística la convirtió en una figura emblemática capaz de visibilizar y enfocar sus escritos en sujetos que -hasta el momento- eran inéditos: las mujeres, los niños y los derechos humanos.
Adelina Zendejas nació en 1909 en Toluca en el seno de una familia muy particular. Su papá estaba abocado a desempeñar su labor sindical y su madre era una abnegada religiosa. Esta extraña combinación de crisoles hicieron de Adelina una mujer apasionada a la hora de entablar debates y defender sus ideales. Aguerrida pero disciplinada, contestataria pero mujer de fe. Mujer de fuertes convicciones que las transformaba en acciones.
Adelina Zendejas, la mujer periodista
Su llegada al ejercicio del periodismo puede decirse que fue circunstancial. Al morir su padre, Adelina comenzó a trabajar a la temprana edad de 13 años, y un año más tarde, apoyada por su madre se mudó a la Ciudad de México para estudiar. Mientras tanto, daba clases particulares, cosía, ayudaba en un restaurante, atendía las mesas y lavaba platos.
Adelina Zendejas
A los 18 años, Adelina viajó a Francia donde no logró ejercer su carrera debido a la imposibilidad de revalidar su título. Durante su viaje, comenzó a empaparse con los ideales comunistas. Entre los momentos que se encuentran entre los más determinantes de su vida, es importante destacar que durante sus años en la preparatoria, compartió momentos con Frida Kahlo y a partir de entonces, dedicó su vida a luchar por los derechos de los marginados.
Todas las situaciones adversas que tuvo que sortear a lo largo de su vida la transformaron en una mujer vanguardista y revolucionaria que dejó plasmado en sus escritos periodísticos el nivel de conciencia social a la hora de luchar, no solo por cambiar el mundo sino por mejorar las condiciones de las mujeres en todos los ámbitos. Para Adelina Zendejas, el periodismo se transformó en una trinchera hasta el final de sus días.
Sus primeras colaboraciones periodísticas tuvieron lugar en periódicos estudiantiles y en El Universal Gráfico pero, recién en 1928 la Revista de Revistas le pagó por un artículo acerca de una exposición fotográfica de Agustín Jimenez. Al mismo tiempo que se desempeñaba como periodista, ejercía la docencia como profesora de filosofía y letras.
En 1956, Adelina Zendejas fundó dos revistas en las que supo volcar toda su experiencia y conocimientos a nivel educativo: La Maestra y Magisterio. Dos décadas más tarde, en 1976, la docente y periodista estaba a cargo de una columna en el periódico El Día. La columna tenía por nombre «Ellas y la vida». En ésta, Adelina relataba con vehemencia las condiciones a las que estaban sometidas las mujeres por su condición de mujer y sobre las inequidades de género.
Entre los libros que escribió podemos destacar la importancia de «La mujer en la intervención francesa» y «Las luchas de la mujer mexicana (de 1776 a 1975). Durante los 60 años que ejerció su carrera como periodista realizó numerosas investigaciones que, en su mayoría, estuvieron relacionadas con temas sociales, género, campesinado y causas obreras.
Adelina, una militante
La vida militante de Adelina Zendejas la llevó a dirigir la Escuela Taller para Obreras y Empleadas. También fue fundadora del Frente Único Pro Derechos de la Mujer en el cual dedicó su vida a luchar por el derecho de las mujeres mexicanas a sufragar y participar de la vida ciudadana en México. Apoyó el nacimiento de «La Triple Jornada» y «Doble Jornada», el primer suplemento feminista cuya tirada llegó a todos los rincones del territorio mexicano y que, a su vez, formaba parte de «La Jornada«, el periódico de izquierda más reconocido del país.
Zendejas murió en la Ciudad de México en 1993 y fue la autora de su propio epitafio que reza: