Si pudieras volver atrás en tu vida y revivir un momento bisagra de tu infancia en los 90, ¿cómo lo harías? Sería de a fragmentos inconexos. Quizás sonaría Under Pressure. Charlotte Wells ganó los premios Gotham y British Independent Film Awards por Atardecer (Aftersun). Este es su primer largometraje, estrenado en 2022, en el que propone un viaje a la infancia. La película está disponible en la plataforma Mubi. En un hotel de Turquía, Sophie (11) y su padre, Calum, comparten vacaciones, piletas y excursiones. Ella filma a su padre con una cámara casera mientras le hace preguntas, quiere aprovechar el tiempo con él (Calum y la madre de Sophie están separados) y durante esos días la chica descubrirá que algo está pasando.
El tema del padre
Aunque pasan tiempo juntos, tan importante como los momentos de esas vacaciones es todo lo que no comparten. Calum está en cuerpo presente pero siempre como ido. Bajo la dirección de Wells, por momentos la película es un grito silencioso. Calum es esquivo. A tono con la mirada de la directora.
Wells retoma en el film el tema del padre, que trató desde el comienzo, en su primer corto, Tuesday (Martes). En esta obra, una verdad se esconde detrás de algo tan cotidiano como una chica preparándose a la mañana para ir al colegio secundario. Su madre le pregunta adónde va a ir después de clases. Ella contesta que, como todos los martes, irá a la casa de su padre. La madre hace un gesto tenso y entendemos que hay un problema, algo que develaremos en la secuencia del final. También guarda un estilo sutil que el espectador va vislumbrando con el correr de las escenas.
El primer cortometraje
También en Martes, como en Aftersun, las escenas parecen inconexas, pero algunos encuadres nos van completando las piezas de un cuadro doloroso que armamos en la secuencia final del corto.
En Aftersun, la Sophie adulta recuerda su infancia y a su padre de ese entonces. En aquel viaje a Turquía al que vuelve en su memoria. Como quien reproduce una y otra vez una canción hermosa y desgarradora. El título, Aftersun (Atardecer), es una metáfora de la relación filial, el drama explora la estética de Wells en la mirada de Sophie sobre su padre. Un hombre que, además de ser progenitor, tuvo una vida y tiene un pasado.
Paul Mescal: un golpe a la mandíbula
Con las actuaciones sutiles y potentes de Paul Mescal y de Frankie Corio, quienes interpretan a un padre joven y a una hija compartiendo días de sus vidas, entre alfombras caras y karaokes de verano. Aftersun logra mucha verdad. Paul Mescal había deslumbrado con su interpretación de aquel polémico Connell Waldron en la serie irlandesa Normal People, estrenada en 2020.
El actor irlandés obtuvo una nominación al Óscar por su actuación en Aftersun.
Mescal compone a un padre sufriente que no puede expresarse nunca del todo. En una de las escenas del comienzo, mientras desde la habitación, Sophie le habla, él está con el brazo quebrado en el baño, intentando quitarse el yeso con dificultad. Su tensión es palpable. Hay un suspense que él va construyendo a pulso, sin excederse nunca y al mismo tiempo explotando por dentro, doloroso como un golpe en la mandíbula (Paul Mescal era jugador de fútbol gaélico en Irlanda y quedó fuera de carrera por esta lesión).
Paul Mescal, Frankie Corio y Charlotte Wells en el London Film Festival. Dominic Whisson for the LA Times.
Wells y la salud mental
Charlotte Wells había abordado el tema de la salud mental en su cortometraje Navidad azul, inspirado en la profesión de su abuelo (cobrador de impuestos). Para un actor no es fácil estar contenido al nivel que lo pide Wells. La potencia de la historia a veces aparece casi desligada del diálogo. La máxima de mostrar y no explicar. La Sophie de once en Turquía besa a un chico por primera vez, le gustan los jueguitos, pasa tiempo con su padre y se entretiene filmándolo con una cámara mientras le hace preguntas.
Un viaje al pasado
Wells se sumerge en la pileta de la salud mental. La potencia se escapa de las escenas y, sin embargo, es palpable. Los diálogos están, pero el peso narrativo no está allí (Laps (Vueltas), su segundo cortometraje, dura seis minutos, no tiene diálogos y si algo no le falta es potencia). Como Calum, Mescal se desafió en la actuación ya que mucha información relevante no aparece en las escenas. Está eludido. Como al pasar, Wells nos da indicios, de a poco el espectador va comprendiendo de qué va esta historia. En cuanto a Frankie Corio, pese a ser su primera actuación logra un personaje muy creíble.
La narrativa principal son las vacaciones de Sophie y de su padre en Turquía, pero se alterna con Sohpie adulta rememorado ese viaje y lo que significó para ella.
Reconstruir al padre, documental familiar
En la Argentina, la directora Agustina Comedi hizo El silencio es un cuerpo que cae, un documental disponible en YouTube. Este es una reconstrucción de la vida de su padre, Jaime, y una exploración sobre su sexualidad, armada con fragmentos de VHS de los 80, videos familiares y entrevistas a allegados.
“Cuando vos naciste, una parte de Jaime murió para siempre”, le había dicho a Comedi un amigo de la familia. Buscando entre los vínculos de Jaime, y rescatando antiguos videos, la hija reconstruyó su vida. Salvando las diferencias de tamaño de proyecto y de presupuesto de realización, Aftersun tiene algo del tono de documental familiar de Comedi. Una obra que nos lleva al terreno de los recuerdos y de la memoria. En el caso de Aftersun, las cámaras caseras son una elección estética y una ficción, pero hay un punto en común en la la mirada de una hija sobre su padre.
La mirada de Sophie o el tono de Charlote Wells
Charlotte Wells es directora y productora. Antes de este largometraje filmó y produjo otros tres cortometrajes: Martes (Tuesday), Vueltas (Laps) y Navidad Azul (Blue Christmas).
Un viaje a la memoria para ir a buscar algo doloroso. Una vuelta hacia la infancia en los 90. Con una honestidad y una verdad que sorprenden.
La narrativa principal se integra con momentos de la protagonista, ya adulta, y el significado que tuvo este último viaje. En las cámaras ella aparece filmando, pero el padre también mira con dolor las escenas registradas por su hija. Algo que resignifica el final.
Una manera única de mostrar los temas, los diálogos escasos frente a la sutil potencia de lo que se calla.