Tras ocho años, «Torn Arteries», el nuevo álbum de los pioneros del grindcore/goregrind salió a la venta este pasado 17 de septiembre. En esta oportunidad hacemos un repaso completo del álbum más esperado de la banda oriunda de Merseyside y te contamos por qué, después de «Surgical Steel», éste, es, en definitiva, el mejor álbum del año en su género.
De Reek of Putrefaction a Torn Arteries
«Reek of Putrefaction» fue el primer álbum de la banda, lanzado el 7 de julio de 1988, contaba con un sonido desprolijo y una producción por demás precaria, pero rápidamente se convirtió en un hito que marcó, junto con Napalm Death, los inicios del grindcore como subgénero dentro del death metal.
Caracterizado por los increíbles riffs en un «down tune B standard» de un adolescente Bill Steer y los blast beats más potentes heredados del crustpunk, sumados a las terminologías médicas e imágenes grotescas, este álbum, se transformó en un clásico y un «must» de todos los fanáticos del género.
A partir de este momento, Carcass comienza a escribir su propia historia dentro de la escena underground del metal británico.
Su formación proveniente de la gloriosa Liverpool, ciudad reconocida mundialmente por ser la sede del «cuarteto de Liverpool», The Beatles, a fines de los 80´s, Carcass comenzaba a modelar «tímidamente» lo que sería su inicios icónico dentro del ambiente de la música crítica y disidente.
La historia ubica al trío en momentos en donde bandas predecesoras como Discharge, AntiCimex, entre otros, descargaban su furia en tiempos en que, el punk comenzaba a adoptar sonidos más agresivos y el mundo del metal, y en particular, las bandas pertenecientes al NWOBHM (siglas para New Wave of British Heavy Metal) no presentaban demasiados cambios dentro del estilo, pero desde los Estados Unidos, Death y Slayer, marcaban el pulso de nuevos aires y una agresividad que estaba dada no solo por técnicas vocales guturales sino la velocidad en los riffs y los tempos. El metal, veía así el nacimiento del death metal como un género indiscutido apadrinado por el inmortal Chuck Schuldiner de Death.
Con la llegada del segundo álbum de estudio de la banda, «Symphonies of Sickness», Carcass comenzó a consolidar su sonido y agresividad, pero esta vez, con una producción más prolija y una audiencia que comenzaba a crecer. Tras dos años, sería en «Necroticism – Descanting the Insalubrious» cuando se comienza a registrar una madurez en cuanto a los sonidos y por primera vez, el trío, se convierte en un cuarteto al sumar a Michael Amott (Carnage, actualmente en Arch Enemy) a su alineación permanente.
Sin embargo, sería con «Heartwork» en 1993 cuando la banda alcanzaría su pico máximo de audiencia y rápidamente, este álbum se tornó en el elegido por la crítica y por los fanáticos como el «mejor álbum de la banda», y el que no se vería superado por su posterior trabajo discográfico «Swansong» que pasó sin pena ni gloria y marcó lo que sería el peor momento musical de la banda debido a que fue lanzado, incluso, tiempo después de la separación de Carcass.
Tras su reunión en 2007, Carcass reformó su alineación, de forma momentánea y tras años de giras alrededor del planeta, llega el heroico y tan esperado álbum, «Surgical Steel». Nuevamente, la banda vuelve a convertirse en un trío y Bill Steer retoma la grabación de los riffs y guitarras rítmicas. Ken Owens, es reemplazado por Dan Wilding como baterista, debido a las secuelas que sufrió tras una hemorragia cerebral, aunque, Owens, no desvinculó por completo de la banda.
Si bien «Surgical Steel» marcó un antes y un después en la historia de la banda en cuanto al sonido y el progresismo de su música, Carcass siempre nos puede aportar más: «Torn Arteries«.
Torn Arteries, lo mejor estaba por llegar
Con la llegada de la pandemia, todo se vio afectado, incluso, los nuevos lanzamientos discográficos. A finales de 2019, Carcass, anunciaba el lanzamiento (tentativo) de su nuevo álbum para mediados de 2020. Para quienes nos definimos como seguidores de la banda, la noticia fue, sin lugar a dudas, toda una declaración. Seis años habían pasado desde «Surgical Steel» y la necesidad de material nuevo, era imperiosa. La fecha estaba programada, pero el COVID-19 se interpuso en los planes del lanzamiento.
Finalmente, en octubre de 2020, migajas de lo que vendría con Torn Arteries vio la luz bajo la forma de un EP llamado, «Despicable» que fue bien recibido por la horda de seguidores que, todavía, esperaban más.
Octubre marcó la cuenta regresiva, lenta, a la velocidad del paisaje, de lo que vendría el 17 de septiembre de este año. Algunos escépticos del mundo de la música no tardaron en esgrimir sus críticas en torno a Despicable estableciendo comparaciones con Surgical Steel en cuanto a la calidad y el estilo. Sin embargo, ignoraban que, lo mejor estaba por llegar.
Carcass definido por Torn Arteries
Si hay algo que define a Carcass es el hecho de que se toman su tiempo a la hora de elaborar nuevo material. La premisa de un álbum cada dos años no es algo que los inquiete. Surgical Steel llegó tras años y años de giras interminables de reunión cuando ni siquiera ellos, se planteaban el lanzamiento de un nuevo álbum. Torn Arteries, no fue la excepción. Ocho años después de su último lanzamiento, volvieron al ruedo.
Con un sonido imponente, con riffs que logran capturar la esencia y el estilo progresivo de la banda, podemos afirmar que, Carcass se encuentra en su mejor momento musical y creativo. Indudablemente, Dan Wilding, fue la adición necesaria y perfecta, como lo demostró anteriormente en Surgical Steel, e impacta sorprendentemente en este nuevo trabajo.
La apertura del álbum con la canción Torn Arteries marca un repaso histórico desde los inicios de la banda por allá por 1988. Velocidad y potencia desde el inicio que va tornándose gradualmente en cuestión de segundos en una agresividad digna para cualquiera que disfrute del género.
Con el correr de los minutos, Dance of Ixtab (Psychopomp & Circumstance March Nº1) nos transporta a otro universo. Con un sonido y mid tempos muy bien definidos que nos dan el espacio suficiente para el deleite, esta canción es, si se quiere, lo más cercano a una conexión con su antecesor.
Eleanor Rigor Mortis es, si se quiere otro punto de partida del álbum y en la cual podemos apreciar un poco el humor intacto del goregrind en la letra. Esta es, tal vez, una de las mejores canciones del disco si tenemos que definirla. La mezcla perfecta para todos aquellos que extrañaban los «backing vocals» de Bill Steer.
Otra canción notable es The Devil Rides Out cuyo inicio está marcado por un gran riff melodioso armado a la perfección para la ocasión y sirve como el acompañante ideal para las voces guturales de alto impacto de Jeff Walker pero que, además, marcan los cambios de tempo de manera excepcional a lo largo y ancho de todo el tema.
Si pensaban que después de Mount of Execution no volveríamos a escuchar una intro acústica en un disco de Carcass, pues se equivocaron. Flesh Ripping Sonic Torment Limited es su perfecta sucesora con una intro impecable que reafirma una vez más, que la mente maestra detrás del sonido melodioso de la banda siempre ha sido Bill Steer. Con una duración de 9.42 minutos, esta es, en mi opinión, la canción que lo tiene todo. Es la esencia misma de Carcass.
The Scythe´s Remorseless Swing es la frutilla del postre que le pone fin a 49 minutos de un banquete salvaje que comienza de menor a mayor con Torn Arteries y culmina con este último tema que no se priva de incluir entre sus melodías, ritmos orientales atravesados por solos de Steer y momentos rítmicos inigualables.
Entonces, ¿es Torn Arteries el mejor disco de su género del año? Sí. Por muchas razones. Carcass demostró una vez más que el paso del tiempo se traslada a la madurez de su sonido progresivo y esto no limita su creatividad a la hora de sentarse a componer.
Las influencias personales y armónicas del blues y del rock n´ roll de Steer son incluidas de manera perfecta y aportan mucho al momento de elaborar los potentes riffs. Si quieren saber un poco de lo que hablo, pueden escuchar un poco de Firebird, el proyecto personal de Bill Steer o bien lo más reciente con Gentleman´s pistols.
El artwork es muy representativo y una emulación (quizás) al vegetarianismo de Walker y Steer (?) y al arte japonés kusözu de retratar las diferentes etapas de la descomposición de los cuerpos.
Torn Arteries es, sin dudarlo, el disco que define a Carcass. Es el álbum que mejor aglutina el pasado y el presente excepcional de la banda. Es la mezcla sublime que expresa sobriedad entre el desorden sonoro de Reek of Putrefaction y la sutileza imperante en Surgical Steel. Claramente, Torn Arteries marca un antes y un después, sin embargo, a esta altura es importante destacar que, Carcass, nunca decepciona.
Puntaje: 10.