El 19 de octubre se celebra mundialmente el Día Internacional de lucha contra el cáncer de mama por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud. El objetivo es crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos. Asimismo, esta fecha simboliza el compromiso de lucha de la sociedad contra dicha enfermedad.
El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Esta enfermedad se produce cuando las células tumorales -provenientes del tejido glandular de la mama- tienen la capacidad de invadir los tejidos sanos de los alrededores y alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos.
Este tumor puede ser de dos tipos:
1) Carcinoma ductal in situ: se desarrolla dentro de los ductos del seno, los cuales transportan la leche materna en los períodos de amamantamiento.
2) Carcinoma lobulillar in situ: aquí el tumor se genera en un lobulillo del seno, donde se produce la leche materna.
Este tipo de tumor en particular es considerado como pre-maligno debido a que las mujeres que lo han desarrollado tienen mayor tendencia a generar metástasis en el resto del cuerpo.
El cáncer de mama es el cáncer más común entre las mujeres y continúa siendo la primera causa de muerte a nivel mundial; se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida. En Argentina, se detectan alrededor de 21 mil nuevos casos por año, de las cuales mueren aproximadamente unas 5.800 mujeres.
Cáncer de Mama: síntomas y detección temprana
Los principales síntomas de cáncer de mama son: bultos o nódulos en la mama; un gran aumento en los ganglios linfáticos cercanos a la axila; cambios físicos en la mama como el color, tamaño o textura, enrojecimiento de la piel (sobre todo cerca de la aureola del pezón), formación de depresión o arrugas en la piel, secreciones por el pezón, descamación del seno, dolores o molestias en el seno (similares a la mastitis), pérdida de peso e hinchazón en los brazos.
La detección temprana de este cáncer permite comenzar el tratamiento en la etapa inicial de la enfermedad, con terapias menos agresivas y con preferibles resultados. Por este motivo, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de las afectadas, se la sigue considerando como la piedra angular de la lucha contra este cáncer, dado que tiene un 90% de éxito terapéutico.
Es necesario que las mujeres realicen controles periódicos y autoexploraciones, además de la mamografía –recomendada a partir de los 50 años de edad por el Ministerio de Salud de Nación, con excepción de los casos que presentan antecedentes en el grupo familiar
La mamografía y el examen de las mamas son las herramientas más efectivas para detectar el cáncer de mama en etapa inicial. Cumplidos los 50 años, la mamografía se transforma en un examen imprescindible porque permite detectar un nódulo, incluso antes de volverse palpable. Se la considera como el estudio por imágenes más importante para el diagnóstico temprano.
Además, como se trata de un estudio con baja dosis de radiación, su repetición es segura. No obstante, la edad y la frecuencia de los estudios mamográficos deben ser definidas por un médico especialista, dependiendo del estado de salud, antecedentes familiares y preferencias personales del paciente. Por eso, es importante visitar periódicamente al médico especialista con el fin de recibir un asesoramiento personalizado.
En general, a las mujeres sanas -quienes nunca padecieron enfermedades en la mama ni tienen antecedentes familiares de primer grado (madre, hermana o hija con esta enfermedad)- se les aconseja hacerse una mamografía cada dos años, especialmente entre los 50 y los 70 años.
Si el paciente presenta antecedentes familiares de primer grado, el estudio puede realizarse a partir de los 35 años; sin embargo, si se considera a la mamografía como parte del chequeo rutinario, no es aconsejable antes de esa edad, a excepción de los casos donde, por la estructura de la mama, no se pueda observar con precisión y se preste a confusión. En general, a las mujeres menores de 35 años se les indica una ecografía mamaria de control.
Cáncer de Mama: el rol del autoexamen
Por su parte, el autoexamen o palpación de las mamas sirve para detectar bultos en las mamas, por lo que es un buen complemento para los estudios mamarios. El autoexamen consiste en palpar la mama a los siete días del ciclo menstrual; mirarse frente al espejo y palpar en forma circular con el pulpejo de los dedos, en forma parada y luego acostada y palpar, además, la axila.
En caso de tocar o ver algo raro, debe recurrirse de forma urgente a una visita médica. Si el nódulo es detectado por la mujer en su autoexamen mamario quiere decir que el mismo ya tiene un tamaño más grande (mayor a 1 cm).
En la palpación podemos encontrar cambios que no necesariamente sean producto del cáncer como también se puede no palpar nada, a pesar de que exista un nódulo pequeño no detectable al tacto. Ante la duda, siempre se debe consultar con un médico especialista porque si bien la palpación es necesaria, esta no reemplaza a la consulta con el profesional especializado.
El autoexamen mamario sirve y debe difundirse, enseñarse y recomendarse para que las mujeres puedan conocer sus mamas y detectar la aparición de algún signo de alarma.
En 2013 se implementó en Argentina el Programa Nacional de Control de Cáncer de Mama en el ámbito del Instituto Nacional del Cáncer (INC), cuyo principal objetivo consiste en reducir la morbimortalidad por Cáncer en todo el país mediante el acceso de la población a información, prevención, métodos de diagnóstico y tratamientos actuales.
La tasa de mortalidad por cáncer de mama en el país es de 20,1 cada 100.000 mujeres y se estima que se producirán 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.
Asociaciones y colectivos de todo el mundo celebran este día con el símbolo de un lazo de color rosa, realizando actividades de todo tipo con el objetivo de concienciar a toda la sociedad sobre la importancia de prevenir este tipo de cáncer.