El efecto de la pandemia en los jóvenes
Sin ninguna duda, en pandemia, se viven tiempos absolutamente fuera de lo habitual dónde se han alterado los horarios, rutinas y hasta hábitos.
Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se pudo observar que, desde el comienzo de la pandemia, más del 70 por ciento de los jóvenes que estudian o trabajan se han visto afectados por el cierre de escuelas, universidades y cese de actividades de diversa índole.
La pandemia y los jóvenes
Su percepción sobre el empleo y el futuro profesional también se muestra negativamente afectada, influyendo así en su bienestar emocional. Pese a la compleja coyuntura actual, los jóvenes utilizan su vigor para movilizarse y hacer que se escuche su voz en la lucha contra la crisis. En algunos casos, muchos comenzaron a emprender nuevos hobbies, el mantenerse activo 24/7 se volvió parte del panorama de todos los días.
Frente a una supuesta normalidad donde el tiempo y su transcurrir debe ser productivo, esta situación plantea nuevas inquietudes respecto de los momentos de ocio que aparece como escenario cotidiano. En un presente donde la vida cotidiana suele transcurrir con la velocidad con que se visualiza una red social, los jóvenes se encuentran con una situación que provoca ansiedades y malestar.
En este contexto el “estar mal”, “estar cansado” prácticamente se ha vuelto un estado de ánimo común y naturalizado. Realizar actividades para no pensar en todo lo que está ocurriendo, es un método muy utilizado por aquellos que se encuentran adaptados a este vertiginoso ritmo de vida, al punto de no poder soportar los momentos de ocio.
Resuenan frases del estilo: “Estoy muy ocupado y haciendo mil cosas”. “No tengo tiempo para pensar en ello”. En palabras del Psiquiatra Leandro Dionisio, jefe del departamento de salud mental de la Escuela de Salud Pública de la UNC: “La virtualidad al no ser un espacio de laburo conocido, sobre todo el año pasado, creíamos que todo dependía de hacer una actividad una atrás de la otra, el resultado es tan ineludible como nuestro nivel de desgaste, que se traslada a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida”.
Dionisio, quien además se desempeña coordinador perito psiquiatra en el área laboral de la Unidad de Salud Ocupacional del Departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Salud de la Nación, nos brindó una entrevista.
Desde tu perspectiva como Psiquiatra, ¿crees que la cuarentena puede tener efectos a largo plazo en los jóvenes?
«Yo creo que la cuarentena ha tenido los peores efectos en los adolescentes. Cuando hablamos de jóvenes la adolescencia tardía según la organización mundial de la salud llega hasta los 25 años, y tiene efectos tremendos la cuarentena, porque lo que ha roto son los rituales, que son mecanismos que tienen mucho que ver con la identificación, con la construcción de la identidad y con la reunión entre pares. Y al estar afectado eso obviamente para mí son los que más han sufrido la cuarentena»
¿Cómo se puede sobrellevar la ansiedad en estos tiempos de cuarentena?
«La ansiedad está vinculada al miedo anticipado del futuro, o sea, es como si trajéramos el futuro del peor modo. Obvio que se puede sobrellevar pero entendiendo lo que siempre suelo decir de que el único animal que vive en tres tiempos es el ser humano porque nosotros vivimos el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo. El tema es que el pasado no tiene que condicionarnos, para eso tenemos que tener la virtud de no vivir con vergüenza o culpa cosas que se arrastran del pasado y el futuro entender que es una ilusión, algo que construimos nosotros pensándolo, no es algo real y si tenemos la posibilidad de pensarlo de manera positiva y optimista, indudablemente evitamos caer en situaciones de ansiedad «
¿Qué consejo le podrías dar a los jóvenes que se sienten agobiados debido al futuro incierto que se les presenta?
Yo creo que el principal consejo que le podría dar no solamente a los jóvenes, también a los adultos, es tratar de recuperar el espacio de los rituales, respetarle eso a los jóvenes. Porque en esencia tiene que ver con la construcción de la identidad y lo simbólico, por lo tanto, no es una cuestión menor, como por ejemplo el ingreso a la universidad, salida del secundario, el cursado, todo lo que implique asumir un cambio en quien soy.
¿Se puede superar esto?
La clave para superar estas cuestiones tiene que ver con poder hablar de esto. Cuando uno está mal tiene que aprender a hablar, expresarse con las afectos, decir «me pasa esto», «me pasa aquello» «hay cosas que me cuestan «, etc. Hablarlo con los afectos es poner en situación el malestar y por supuesto trabajarlo para un futuro.