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Dr. Kusnetzoff: «El porno no muestra la realidad»

El doctor Juan Carlos Kusnetzoff, especialista en Sexología, busca desmitificar ideas aprendidas sobre el sexo en la sociedad y posicionar el tema en un lugar natural. El sexólogo afirma que muchos mitos provienen de la industria del porno y de la falta de educación sexual tanto en jóvenes como en adultos. Esta entrevista forma parte de un trabajo de investigación universitario realizado durante noviembre de 2021.

La sexualidad humana implica hábitos, comportamientos y actitudes que deben ser aprendidos a través de la información y espacios de difusión. El sexo y el deseo estuvieron durante mucho tiempo escondidos, sin lugar para la reflexión. Hoy en día, este espacio se abrió y se puede hablar libremente, sin tantos estigmas, sobre la sexualidad.

Porno - Juan Carlos Kusnetzoff

El Dr. Juan Carlos Kusnetzoff, médico sexólogo reconocido también como Dr. Sexo o Dr. K, se recibió como médico en 1960 en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en Psiquiatría. Ejerció durante más de diez años su profesión hasta que conoció en Brasil una cultura sexual distinta a la Argentina. Como resultado de esta experiencia, el Dr. K se especializó profesionalmente en sexología en la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual y llegó a participar en comités internacionales de evaluación de la viagra antes de que saliera en el mercado.

Actualmente, el Dr. K es director de la Cátedra libre de Sexología Clínica de la Facultad de Medicina de la UBA y director de distintos cursos especializados en sexología del país. Además, atiende en su consultorio como psicoanalista especializado y da conferencias a lo largo del país. Por otro lado, tiene publicados al menos 22 libros los cuales abarcan temas como la adolescencia, la vejez, la masturbación y las preguntas básicas sobre el sexo.

Desde un punto de vista científico y cultural, el Dr. Sexo nos cuenta cómo ve la cultura del sexo en la Argentina, cómo afectó la pandemia a la sexualidad y cómo actúa la industria porno en la educación sexual.

-¿Qué educación sexual recibiste?

– Prácticamente no se puede decir que tuve una educación sexual formal en casa; pero formarme en psicoanálisis y especializarme durante aproximadamente 20 años me dio mucho conocimiento. Aún sigo aprendiendo.

-Ahora hay “educación” por todos lados gracias a las redes.

-Sí, en mi época eso no pasaba. Y, aunque está bueno que la información llegue a las personas, también es un peligro porque puede llegar información falsa.

-Hace un año estuvimos más de 6 meses en cuarentena estricta por la pandemia.  Esto implicó que muchas parejas convivan todo el día y que otras no se vean durante mucho tiempo. ¿La pandemia replanteó el sexo cotidiano?

-Sí, el virus hizo que muchas personas estén mucho tiempo separadas y que otras decidieran juntarse y convivir mientras durara la cuarentena. Durante esta convivencia, las parejas comenzaron a estar juntas durante muchas horas. En un principio, seguro pensaban que la pasarían “bomba” a nivel sexual y esto es un error porque no incrementó la vida sexual, sino que terminó perjudicada.

-¿Por qué?

-Primero, la gente piensa que la convivencia siempre va a ser buena y que esto implica un acto sexual más seguido. Esto es un error. Segundo, porque el deseo sexual aumenta y se estimula por la ausencia, no exactamente por la presencia. El poder de la versología habla de la añoranza de la ausencia y el planeamiento de ir hacia el otro. Tanto es así que, una pareja, de cualquier tipo, que pasa de vivir a distancia a convivir durante 2 años exclusivamente en casa, comienza a añorar la distancia y el planeamiento del encuentro con el otro.

Muchas parejas vienen a consulta porque están hace tres meses juntos y se ha disminuido notablemente la vida sexual.

«EL DESEO SEXUAL SE EXALTA CON LA AUSENCIA, NO EXCLUSIVAMENTE CON LA PRESENCIA PURA»

Dr. Juan Carlos Kusnetzoff

– ¿Y las personas que no convivieron?

-Y, ahí el caso fue distinto. Muchos medios y profesionales ofrecían como alternativa el sexo virtual o sexting (me incluyo). Personalmente, no se compara con el encuentro presencial. Nada se compara con el roce de pieles. De todos modos, fue una variable posible, y en muchos casos efectiva, para las personas en cuarentena. Y, a comparación de la pareja hipotética que mencioné antes, los que no convivieron mantuvieron mejor su relación.

-Entonces, ¿no recomendás el sexo virtual?

-Sí, lo recomiendo. Durante la cuarentena, fue una de mis mayores recomendaciones para prevenir el contagio del virus. Contrariamente a lo que se supone, el sexo es más que los genitales y, por eso, el sexo virtual sirve.

-Se comenzó a hablar más sobre la vida sexual en pandemia, ¿no?

-Esto es una de las cosas, podríamos decir, positivas de la pandemia: se ha incrementado muchísimo el poder hablar de forma directa de los problemas sexuales que antes no se hablaban, como la masturbación.

– ¿Y antes cómo era?

-Antes no había espacio para estas charlas, y, si había, era en lugares poco masivos. Mi experiencia me ha mostrado cada vez más la falta de educación sexual en las personas.

– ¿El movimiento feminista ayudó a romper con el tabú de la sexualidad?

-Sí, en gran parte porque las mujeres eran las principales perjudicadas por la falta de educación. No solo no la recibían, sino que la padecían.

La industria del porno

-Un estudio publicado por Save The Children indica que 7 de cada 10 adolescentes miran porno cotidianamente. ¿Estos números te preocupan?

-Sí, me preocupa, pero no hay mucho para hacer. La restricción, sea por razones higiénicas, de educación cultural, no sirve en los adolescentes, ya que van a buscar otro lugar para consumir el porno. Es inevitable a cualquier edad y más aún en la adolescencia. A pesar de que no es conveniente que los adolescentes vean porno (porque además lo ven no solo por 2 minutos, sino por 40 minutos) es muy difícil hacer que no lo hagan… tienen rebeldía creativa.

– ¿Por qué no es conveniente que miren porno?

-Porque el porno no es la realidad y, aun así, simula serlo. Muchos mitos y expectativas provienen del porno. Los jóvenes van a esperar que el porno sea su actividad sexual real y de ninguna manera va a poder serlo o siquiera parecerse.

-Además, tienen acceso al porno desde temprana edad gracias al internet.

-Sí, los jóvenes entran al mundo porno aproximadamente a los 10 años. Es una edad muy temprana considerando los conocimientos que tienen sobre la realidad.

– ¿Sería una ayuda que los adolescentes entraran al mundo del porno con una educación sexual previa?

-Categóricamente, sí. Sería lo ideal para tener éxito en la educación y en el acto sexual. Es importante para que los chicos entiendan lo que ven.

-Al porno le hace falta mucha realidad.

-Exacto. Además, muchas veces los adolescentes tienen problemas por esa búsqueda de replicar el porno en la vida real y esto no es viable. El porno es porno, no es sexo ni es realidad… El porno no es realidad: le faltan elementos esenciales como el toqueteo, los abrazos, los besos y, por sobre todas las cosas, el tiempo.

El Dr. Kusnetzoff hace una analogía entre la ficción de superhéroes y el porno

El Dr. Sexo explica como los jóvenes diferencian la ficción del cine y de los superhéroes, pero no pueden diferenciar la ficción del porno

– ¿A quién perjudica el porno?

-Es dañino para todos. Afecta más a las mujeres, pero, indirectamente, afecta mucho al hombre.

¿Mito o realidad?

El Dr. Sexo desmiente algunos mitos sobre la sexualidad y explica el por qué.

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Por Virginia Santeusanio

-¿Es necesario conocerse para tener un encuentro sexual bueno?

-Uno no puede amar sin conocerse a uno mismo. Primero tenés que conocerte a vos, saber qué te gusta, cuáles son tus sensaciones al tocarte y, recién ahí, poder buscar las sensaciones que hacen otros sobre vos.

-Por eso es fundamental poder hablar con el compañero sexual.

-Por supuesto. Me gusta decir que la sexualidad es comunicación.

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Estudiante de comunicación.

Me encanta ver series y películas, y charlar sobre eso.

Amante de las pastas.

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