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Los embarazos no deseados en tiempos de pandemia

Una situación de emergencia como la pandemia de coronavirus, significó un gran impacto en la población, no sólo por el riesgo sanitario que esta situación genera sino porque también provocó amenazas en la seguridad y el funcionamiento normal de la sociedad.

A partir de marzo de 2020 la situación por el Covid-19 afectó, entre muchas otras cosas, el acceso a los productos anticonceptivos utilizados por las mujeres, poniendo en riesgo la posibilidad de tener y disfrutar de una sexualidad plena y protegida.

Embarazos no deseados y pandemia.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) junto a Federico Tobar, (Asesor Regional UNFPA LACRO en RHCS), ha realizado el año pasado un estudio en dónde evidencian que el acceso al ILE no es el único problema al que las mujeres se enfrentan en época de cuarentena, acceder a métodos anticonceptivos es uno de esos problemas.

Desde el UNFPA afirmaron que entre 12.9 –en un escenario optimista- y 20.1 millones de mujeres –en un escenario pesimista- se vieron forzadas a interrumpir el uso de métodos anticonceptivos. Aseguran que de ellas, un 55% lo hicieron porque tuvieron dificultades para obtenerlos a partir de los servicios públicos de salud y un 45% por no poder pagarlos en farmacias privadas, lo que ayudo a incrementar el porcentaje de los embarazos no deseados.

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En Argentina han identificado que la pandemia del Covid-19 afectó el acceso a los anticonceptivos tanto por vía de las dificultades de abastecimientos y provisión pública de los mismos como por las dificultades que tuvieron muchas mujeres al momento de poder adquirirlos en las farmacias privadas.

Estiman que el 65% de las mujeres que discontinuaron el uso de anticonceptivos en el país lo hicieron afectadas por la restricción a sus ingresos económico, mientras que el 35% restante discontinuaron el uso de anticonceptivos por dificultades o una disminución en el aprovisionamiento de los mismos en los servicios públicos de salud o por baja demanda por las restricciones y temores que se impusieron en la sociedad acerca del Covid-19.

El impacto que el Covid-19 ha tenido sobre los anticonceptivos se muestra en los métodos de corta duración, como condones, anticonceptivos orales e inyectables, ya que quienes utilizan métodos de protección permanentes o de larga duración no se vieron afectados ya sea por las restricciones de salidas o por falta de abastecimiento de los mismos.

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Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente desde UNFPA aseguraron que, en comparación con otros países latinoamericanos y del caribe, Argentina presentó una mayor vulnerabilidad respecto a los métodos anticonceptivos ya que el 81% de la población femenina utiliza métodos de corta duración.

En cuanto a la venta de anticonceptivos en farmacias utilizaron las proyecciones que realizo la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) quienes utilizaron un modelo econométrico que mide como el incremento de la población pobre y consideraron que, como consecuencia de la crisis económica vinculada con la pandemia, la proporción de población pobre en Argentina subió del 26,7% al 37,5%.

Y esto representa que 714.000 mujeres que utilizaban anticonceptivos de corta duración obtenidos en la farmacia, discontinuaron su uso total. Aseguran, además, que si se llega a extender la pandemia y el confinamiento durante este año, el número podría llegar a un millón de mujeres, incluso mucho más.

Para poder estimar las restricciones en el acceso a los anticonceptivos a través de la provisión pública la UNFPA se basó en dos fuentes de información; en primer lugar se evaluaron restricciones en la oferta de métodos anticonceptivos mientras que, en segundo lugar, estiman la retracción de la demanda de los mismos.

Para evaluar las restricciones en la oferta utilizaron los documentos compartidos por el Ministerio de Salud, en dónde abalan que las dificultades de adquisición y provisión pública equivalen a 170,4 mil años de pareja protegida1, lo cual representa un total de 379.000 mujeres que venían recibiendo sus anticonceptivos modernos de corta duración en diversos servicios públicos de salud de Argentina y las mismas discontinuaran su uso durante estos últimos años.

Asimismo, sumadas las mujeres que tendrán restricciones de acceso por ambas vías, es decir por provisión pública y adquisición privada, un total de 1.093.000 de mujeres argentinas discontinuaron en 2020 el uso de anticonceptivos.

Si se considera que en el país había, antes del Covid-19 alrededor de 6.451 millones de usuarias de métodos anticonceptivos modernos, se puede concluir que el Covid-19 generó una retracción en la prevalencia de métodos anticonceptivos modernos del orden del 17%

Desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas aseguran que Argentina se destaca entre los países que han registrado las mayores conquistas en el indicador de necesidades insatisfechas de planificación familiar pero, sin embargo, el Covid-19 afectó esos importantes logros del país puesto que estiman que para los próximos años en Argentina habrá un total de 1.265.000 mujeres (considerando desde los 15 a 49 años) con necesidades insatisfechas de Planificación Familiar de métodos modernos.

Pero si se suman a ellas las 1.093.000 mujeres que discontinuaron el uso de anticonceptivos modernos de corta duración en Argentina durante 2020, el total de personas que no pueden satisfacer sus necesidades relacionadas a la Planificación Familiar ascenderá a 2.358.000 millones de mujeres. Concluyen que, luego del Covid-19 el porcentaje de mujeres con Necesidades Insatisfechas de Planificación Familiar en Argentina retrocedió más de veinte años, pasando de 11.1% a 17.7%

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La pandemia de COVID-19, por otra parte también generó efectos adversos en la cadena de suministros de productos anticonceptivos al interrumpir la fabricación de componentes farmacéuticos clave de los métodos anticonceptivos o la fabricación de los propios métodos, por ejemplo condones o pastillas anticonceptivas y, al retrasar el transporte de los productos anticonceptivos, generó como consecuencia que muchas mujeres dejen de consumir estos productos anticonceptivos.

Así como muchos gobiernos restringieron los movimientos de las personas para detener la propagación del virus, los proveedores de dichos componentes farmacéuticos se vieron obligados a suspender algunos servicios de salud sexual y reproductiva que no estaban calificados como esenciales, como la atención del aborto, negando así a las personas este servicio de salud de urgencia.

Desde la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, dan a conocer la opinión de Fernanda Moyano, promotora de salud y vecina en Haras Trijui, un asentamiento popular de Moreno, quien afirma que las mujeres no se acercan a la salita de salud del barrio para buscar sus anticonceptivos por miedo al contagio del Covid-19 y esto demuestra el gran impacto que el coronavirus ejerció sobre el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Asimismo agrega que a muchas mujeres no les alcanzan los ingresos para comprar las pastillas en las farmacias y que muchas de las chicas con las que habla ya están embarazadas o cambiaron el método anticonceptivo por consejo de amigas sin preguntar siquiera a un especialista.

Por su parte, la Presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEMI), Mabel Bianco, declara que al principio del confinamiento, las mujeres no se animaban a salir por si las fuerzas de seguridad las paraban y les decían que no era posible circular para solicitar atención en los centros de salud por métodos anticonceptivos y asegura que esto afectó a las más jóvenes y es algo sobre lo que las organizaciones de la sociedad civil intentan generar conciencia.

Valeria Isla, Coordinadora General del Plan ENIA y Directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud, considera que la pandemia impactó en los programas que llevan adelante porque tuvieron que disminuir las prestaciones directas en los territorios pero, igualmente, informa que se reforzó la distribución de los métodos anticonceptivos en 5.200 centros de salud en el territorio argentino.

“La pandemia afecto a distintos proveedores de insumos en toda la regios. Un insumo con el que hubo problemas desde el principio de año fue el preservativo y el otro es el anticonceptivo inyectable. El primero tuvo demoras en la entrega, en el segundo método, las fábricas se vieron impactadas y también tuvieron demoras en la distribución” dice Isla.

En mayo y junio de este año, el 91,4% de las consultas que recibió la línea oficial del 0800 de salud sexual y reproductiva se relacionaron con la interrupción legal del embarazo (ILE), cifra que está llegando al número histórico de llamadas del servicio.

De las 2.053 consultas para el periodo de mayo y junio 1.877 fueron por ILE y 89 por métodos anticonceptivos, sumando entre ambas 1.966 y las restantes fueron por otros motivos. “Es muy importante seguir trabajando con el acceso a los métodos, tratando que sean de larga duración para que la gente tenga cobertura por más tiempo. Y continuar garantizando el acceso a la ILE”, declara Isla.

Por otra parte, desde Unicef, FEIM, UNFPA, y demás organizaciones, lanzaron el año pasado una campaña llamada Puedo decidir, dirigida a los chicos y adolescentes de 13 a 18 años, allí informan que el 70% de los embarazos en adolescentes no son intencionados, y los mismos ocurrieron en una relación sexual sin protección anticonceptiva.

Puedo decidir, tiene como objetivo empoderar e informar a los chicos para que los mismos tengan y puedan disfrutar de su sexualidad de forma cuidada y que, al mismo tiempo, conozcan y aprendan el uso correcto de los distintos métodos anticonceptivos, informando sobre la característica de cada uno de ellos y sobre la manera segura de acceder a ellos para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.

 

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Periodista y comunicadora de realidades. Los hechos son verdades. Antes que nada, un café.

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