Seitō Magazine: la amplificación del feminismo japonés
La lucha de las mujeres por la equidad de derechos y condiciones existe desde tiempos inmemorables. No importa si uno se encuentra en Argentina o en la otra punta del planeta, las mujeres siempre han estado luchando por lo que les corresponde.
Durante el pasar de los siglos, las mujeres pertenecientes a diferentes grupos, castas y sociedades han sido cada vez más conscientes de lo machista que era el entorno en que vivían y del cambio que había que realizar. Estas metamorfosis socio-económicas se han ido logrando pausadamente y de una forma acompasada en la historia con el fin de conseguir un mundo mejor para todas. En Rock y Arte, hoy te contamos la historia de Seitō
Seitō Magazine y los comienzos del movimiento feminista japonés
Como se menciona anteriormente, estos procesos se han ido logrando en un paso desigual debido a distintos factores sociales, como, por ejemplo, la religión, la política o las tradiciones de un determinado lugar. Estas situaciones han sido notoriamente más frecuentes en países de latinoamericana, medio oriente y oriente debido a los factores tan fuertemente arraigados que se mencionan anteriormente.
Japón es un ejemplo claro de lo que se puede denominar como un «feminismo tardío». Pero, para sorpresa de mucha gente, el movimiento existe dicho país hace más de un siglo.
El surgimiento data a finales del siglo XIX, durante la restauración Meiji, gracias a luchas, como por ejemplo, por el derecho al voto en las elecciones generales, igualdades laborales e individuales, entre muchas más (cuya contienda no salió victoriosa hasta un siglo más tarde, junto a la ley Fundamental de Educación) lideradas por la activista Kusunose Kita. Sin embargo, no fue hasta mediados del siguiente siglo que surgió una amplificación masiva del movimiento.
Arrestos, persecutciones y aislamientos sociales fueron algunos de los castigos a los que mujeres como Kusunose Kita, Kishida Toshiko, conocida por su discurso «Daugthers in boxes«, Fukuda Hideko, creadora del periódico “Sekai fujin” (las mujeres del mundo), y Shimizu Toyoko, novelista y autora de «To My Beloved Sisters in Tears«, tuvieron que soportar para hacer de puntapié a que más voces se alcen ante el sistema opresor que se vivía cotidianamente..
No fue hasta el siglo siguiente, entre 1910 y 1930, que ésta amplificación, propiamente dicha, llegó a la sociedad japonesa. Las mujeres eran conscientes cada vez más de su condicionamiento, y era momento de ponerle un freno a eso.
Haru Raichō Hiratsuka, importante periodista y escritora japonesa, junto a sus compañeras, y activistas en la causa, Yasumochi Yoshiko, Mozume Kazuko, Kiuchi Teiko, and Nakano Hatsuko, fundaron en 1911 la primera organización literaria de y para mujeres, Seitō (青鞜; Bluestocking) y, con ello, la primera revista literaria por y para mujeres.
La inspiración de Hiratsuka para creación de la revista partió de los escritos de la ensayista sueca Ellen Key, y de la inteligencia y determinación de Nora Helmer, la protagonista de la obra teatral «Casa de muñecas» del dramaturgo noruego Henrik Ibsen.
En base a ellos, comenzó, junto a Yoshiko, Kazuko, Teiko y Hatsuko, a planear una gran herramienta con el objetivo de empoderar la revolución, no sólo sociales, sino también espiritual de la mujer japonesa.
Seitō, o Bluestocking en honor a la organización inglesa feminista del mismo nombre, cuya actividad tuvo lugar desde 1911 hasta 1916, tenía el objetivo de, mediante la literatura y la educación, promover los derechos de las mujeres e incentivar a las lectoras a luchar por ellos.
Entre sus publicaciones se encuentran el Feminist Manifesto de Hiratsuka, traducciones de obras importantes de reconocidos autores como Emma Goodman, Henrik Ibsen, Edgar Alan Poe, Charlotte Perkins Gilman, George Bernard Shaw; colaboraciones con grandes intelectuales y intelectuales y escritoras de la época como Akiko Yosano y Nobuko Yoshiya, y artículo enfocados en temas como la prostitución, el rol de la mujer en el matrimonio y el hogar, la virginidad pre-nupcial, y el aborto, con el fin de generar debate y asimilación de lo que se les imponía a las mujeres socialmente.
La aparición de la Seitō magazine fue el punto de partida oficial del feminismo en Japón. A partir de la gran repercusión que tuvo, las mujeres fueron ganando distintas batallas en contra del sistema patriarcal:
- En 1919, Raicho Hiratsuka, creadora de Seitō y la ayuda de Ichikawa Fusae y Oku Mumeo, crearon la «Asociación de Nuevas Mujeres: Shin Fujin Kyoka» con el fin de anular la prohibición de que las mujeres participen en actividades políticas, el crear una ley para proteger a las mujeres de sus parejas infectadas de alguna enfermedad, el derecho de rechazar un arreglo o propuesta matrimonial, a que las mujeres puedan divorciarse si su marido cometía adulterio, entre otras peticiones. No fue hasta 1946 que estos derechos fueron garantizados gracias a la “Liga por la Realización del Sufragio de las Mujeres».
- En 1945, gracias al apoyo clave de la política Fusae Ichikawa se logra el voto femenino. Las elecciones nacionales de 1946 fueron las primeras en las que este derecho pudo ejercerse plenamente.
- En 1946, activistas del movimiento lograron que nuevas secciones de la Constitución fueran redactadas con el fin de garantizar mayores igualdades económicas y de género.
- En 1948, se legalizó el aborto bajo tres causales.
- Durante la década de los 70, se logró un gran avance por la lucha de la Liberación Sexual (性の解放sei no kaihō).
- En 2011, el Ministerio de Bienestar de Japón aprobó los medicamentos anticonceptivos.
- En 2019, la actriz, escritora y activista Yumi Ishikawa, comenzó la campaña #KuToo con el fin de erradicar el uso obligatorio de tacones en mujeres en el ámbito laboral. La iniciativa fue duramente criticada por el ministro de Salud y Trabajo de Japón, Takumi Nemoto, sin embargo, tuvo un gran apoyo y aceptación allí como a nivel mundial.
Para las feministas japonesas, fue un largo y arduo trabajo llegar hasta donde están hoy en día. Aún queda un gran camino por recorrer para alcanzar hasta el importante objetivo que tanto anhelamos y por el que luchamos todas.
El gran espíritu y valentía que portaron las pioneras del movimiento fueron, son y serán la clave para que las mujeres, no sólo ganen las batallas del día a día contra la opresión y el machismo, sino también para que logren salir victoriosas en la guerra contra el patriarcado.