Shogatsu: el Año Nuevo en Japón
Como en todos los rincones del mundo, las personas tienen diferentes costumbres y rituales para comenzar bien el año entrante. En Japón, recibir el año nuevo es considerado como una de las fiestas más importantes del último semestre del año.
El Año Nuevo en Japón es conocido como Shogatsu y, aunque es una fecha especial en todo el mundo, en el país del Sol Naciente es más que una celebración, es un intrincado ritual muy tradicional. Los rituales comienzan días previos a fin de año y finalizan algunos días después del 1° de enero.
Bonenkai: ll festival del olvido
Los rituales del Año Nuevo en Japón comienzan con “el festival del olvido”, una celebración casi mágica con la que se pretende despedir el año. Dicha festividad se hace con la intención de olvidar los problemas, el estrés y las situaciones difíciles por las que se haya atravesado a lo largo del año. Además, durante la ocasión se agradece por aquello que fue bueno con la intención de cerrar esos recuerdos y dejarlos atrás.
Ōsōji: la limpieza profunda en las casas
La palabra Ōsōji (大掃除), que puede traducirse como “gran limpieza” o “limpieza general”, es una antigua tradición japonesa llevada a cabo en todos los hogares antes del 31 de diciembre. Esta práctica tiene lugar durante las últimas dos semanas del año y consiste en una limpieza profunda y exhaustiva del hogar. En la misma se incluye el tirar a la basura todo aquello que ya no es necesario (ropa, juguetes, etc.) y el reparar los desperfectos del hogar. Esta costumbre incorpora todo aquello que significa dejar atrás el año que acaba y comenzar el año nuevo con nuevas energías y un ambiente limpio y renovado.
Hatsumode: la primera visita al templo del año
El 1° de enero de cada año, las personas acuden a los templos con el fin de pedirle a los dioses que les brinden fortuna y bienestar para el año que comienza. Además de rezar, los japoneses revisan su suerte para el año entrante mediante los omikuji, devuelven sus antiguos amuletos omamori para ser quemados en el santuario e incluso compran unos nuevos, que correrán la misma suerte que los anteriores.
Durante los primeros días de enero, santuarios como el santuario Meiji de Tokio; el santuario Fushimi Inari de Kioto; el santuario Sumiyoshi Taisha de Osaka; o el santuario Tsurugaoka Hachimangu de Kamakura reciben millones de visitantes.
Shinnen no ippan hōmon: el Saludo de Año Nuevo del Emperador
El Saludo de Año Nuevo del Emperador desde el balcón del Palacio Imperial de Tokyo es uno de los pocos símbolos que aún perduran de la relación entre la Casa Real Japonesa y el Sintoísmo o Shintō (religión nativa de Japón que se basa en la adoración de los kami o espíritus de la naturaleza). Este saludo es una comparecencia pública en la cual el Emperador da sus mejores deseos a la población. Además, es una ocasión donde el palacio abre sus puertas no solo para recibir a las personas, sino también para ser televisado a nivel nacional.
Joya no kane: Las 108 campanadas de los templos
Las 108 campanadas de los templos japoneses simbolizan los 108 pecados terrenales y humanos -propios de la tradición budista- de los que todo hombre debe deshacerse al comienzo del nuevo año para poder avanzar en su ciclo de sufrimiento y reencarnación.
La creencia consiste en que los pecados del anterior año serán olvidados y podrá comenzarse un año nuevo “completamente limpios”. En este sentido, mediante el sonido de las campanadas se purifica metafóricamente a los hombres de los pecados acumulados durante año finalizado.