De cara al 24 de marzo se realizó en la Ciudad de Buenos Aires el III Foro Mundial de Derechos Humanos. Con más de 15.000 participantes, 4 sedes, 1000 actividades y con la participación de conferencistas de renombre internacional como Evo Morales, Rita Segato, Luis Moreno Ocampo, entre otros,  el evento organizado por la CIPDH-UNESCO y el gobierno nacional contó con otro protagonista destacado: Las juventudes. Te contamos cómo fue el trabajo de la Comisión de Juventudes del III FMDH, desde adentro.

Por, para y desde las juventudes

En la semana del 24 de marzo, día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia en conmemoración a las víctimas de la última dictadura cívico-militar argentina, las juventudes demostramos una vez más ser un actor fundamental en la agenda por la defensa de los Derechos Humanos. 

Porque lxs jóvenes somos presente. Difícil olvidarse de eso mirando a la Comisión de Juventudes del III Foro Mundial de Derechos Humanos. El Foro, qué se llevó a cabo del 20 al 24 de marzo en la Ciudad de Buenos Aires, fue el encuentro de activistas de Derechos Humanos más grande del mundo. Organizado por la CIPDH-UNESCO y el gobierno nacional, contó  con la presencia de más de 150 conferencistas destacados y más de 1000 actividades. Durante los últimos seis meses, organizaciones de la sociedad civil y el Estado trabajaron para llevar adelante este evento internacional, siguiendo 24 ejes de trabajo alineados con los objetivos sostenibles 2030 de la ONU. 

La Comisión de Juventudes participó activamente de este proceso. Desde el comienzo, la organización del Foro se percató de la necesidad de generar un espacio donde las juventudes pudieran plantear su propia agenda y ser parte activa de la organización. Así surgió la Comisión, con más de 125 jóvenes de entre 16 y 35 años, representando a más de 50 organizaciones de Argentina, Chile, Panamá, Colombia, México, España, Bolivia, Perú y República Dominicana, qué comenzamos a reunirnos en septiembre de 2022. 

La presencia activa de tantos jóvenes significó un éxito para la Comisión, qué demostró una vez más qué si nos brindan los espacios, los tomamos con ganas, compromiso y alegría. Como explica Daniela, de 23 años, representante del Centro Ana Frank Argentina:

“La importancia radica en el reconocimiento de los jóvenes como sujetos de acción y decisión dentro del ámbito de los Derechos Humanos. La posibilidad de decidir qué temas nos interpelan y de qué manera nos gustaría tratarlos. Hablarle a los jóvenes desde la juventud”

A la propuesta de la joven, agrega Valentina Soto Caico (20) de Generación Cambió Chile:

“Las juventudes hemos sido poco valoradas por mucho tiempo […]Por eso agradezco que tengamos un espacio para nosotros, un espacio seguro, donde nuestras voces sean escuchadas”.

Desde la Comisión, teníamos un objetivo muy claro: generar en el marco del Foro, propuestas pensadas por, para y desde las juventudes. Queríamos generar espacios interesantes y diversos, qué atrajeran a otrxs jóvenes y qué lxs movilizaran a sumarse a construir presente y futuro de la mano de sus pares. Y también, qué lxs invitaran a pensar los Derechos Humanos. Como señala Rosario de The Millenials Movement:

“Hablar de Derechos Humanos no es un tema qué solo vemos en las noticias o en los conflictos ajenos. La agenda de Derechos Humanos es el hoy, el ahora, en nuestras casas, en nuestras comunidades, en nuestras naciones, en nuestros territorios.”

Pero, ¿cómo lograr esto? Daniela sostiene qué el mayor desafío fue definir qué temáticas abordar:

A partir de esta necesidad, se decidió elegir cinco temas principales sobre los qué trabajar en equipos. Esto significó pensar y reflexionar acerca de cuáles son las temáticas qué interpelan a las juventudes. Pensando en dos aristas principales: cuales son nuestros principales derechos vulnerados, pero también en qué áreas queríamos trabajar.

Finalmente, nos dividimos en cinco grupos: Políticas de memoria, verdad, justicia y garantía de no repetición, Ambiente y Desarrollo Sostenible, Educación y derechos humanos, Mujeres, Géneros y diversidades y Niñeces, adolescencias y juventudes. 

El trabajo en equipo fue clave para poder llevar adelante todas las ideas qué teníamos: “Fuimos un gran número, lo que lleva a muchas personas con grandes ideas y proyectos en mente” sostiene Valentina. La oportunidad de tender redes, de generar alianzas fue también crucial para este proceso: “Hemos conocido organizaciones nuevas con las qué ahora conversamos y nos colaboramos entre nosotros.” explica Rosario.

A lo largo de los siguientes cinco meses nos reunimos de forma virtual e híbrida, en equipos reducidos de trabajo y en plenarios generales, en los qué pensamos, creamos, imaginamos y organizamos nuestros espacios en el Foro. ¿El resultado? Una programación de 35 actividades, entre las qué hubo talleres, paneles, obras de teatro, intervenciones artísticas, entre otras. Y todas con un sello distintivo, el sello de las juventudes. 

Tan cerca del 24 de marzo, el comprometido trabajo llevado adelante por la Comision tiene un significado aun más especial, ya qué lxs jovenes fueron una de las principales victimas de la persecucion, la tortura y la desaparecion de personas qué llevo a cabo la ultima dictadura en nuestro pais.

Las juventudes han demostrado, a lo largo de la historia, ser el motor para el cambio y la transformación social, impulsando rebeliones y levantamientos, desde el Gueto de Varsovia hasta el Mayo Francés, pasando por el Cordobazo, las resistencias estudiantiles en toda América Latina o la Primavera de Praga. Allí donde se vulneran derechos, allí donde hay dictaduras y regímenes totalitarios, allí donde es necesario el cambio y la acción, allí están presentes lxs jóvenes.

En nuestro país, 40 años de democracia ininterrumpida nos ha dado la oportunidad a las juventudes de buscar y reclamar nuestros espacios dentro de las instituciones estatales y de la sociedad civil. Porque como afirma Daniela, lxs jóvenes podemos tomar lugares de poder y decisión. “Mientras siguen circulando discursos que nos asocian a la vagancia y a la comodidad, la juventud se mueve, se empodera y se organiza.” 

Fueron meses de arduo trabajo, de generar discusiones y buscar consensos, de escucharnos y aprender de las realidades diversas qué vivimos en la región. La Comisión nos amplió los horizontes, porqué nos conectó y nos ayudó a trabajar en equipo. Demostrando una vez más qué lxs jóvenes estamos acá, activos y nunca quietos.

Construyendo democracia con activismo, militancia y alegría, entendemos qué aún nos quedan derechos por conquistar, en nuestro país y en toda la región. Pero aquí estamos y aquí seguiremos, trabajando por el presente qué queremos y por el futuro qué soñamos. Por lxs qué ya no están, qué nos allanaron el camino y qué nos inspiran día a día. Las juventudes presentes, ahora y siempre.