conciertos
MúsicaCultura

La presencialidad de los shows de música en vivo vs el streaming.

Durante el año 2020, la presencialidad en los shows en vivo se vio clausurada a causa de la aparición de la pandemia de COVID19. Los espectáculos masivos quedaron, literalmente, guardados en un cajón. Lxs artistas de todas las áreas se han visto obligadxs a buscar alternativas no solo en la forma de compartir su arte con el público sino también a cómo sobrevivir económicamente ante esta nueva realidad.

La presencialidad amenazada por el streaming

El streaming (transmisión) como herramienta utilizada para la transmisión en vivo aparece en la década del 90. En el año 1993, la banda Severe Tire Damage, presencialidadcompartió 90 minutos de su show en vivo en Palo Alto, California y en 1994, la consagrada banda The Rolling Stones, transmitió en directo 20 minutos de su concierto en el estadio Cotton Bowl de Dallas.

Así es que no fue hasta el pasado año, ante la situación inminente de aislamiento y teniendo como única herramienta la virtualidad, que lxs artistas, principalmente lxs músicxs, comenzaron a utilizar el streaming; como única opción para no perder contacto con el público, continuar trabajando y también para poder seguir de alguna forma disfrutando la experiencia de tocar en vivo.

Si bien está claro que el streaming  no vino a reemplazar la experiencia de contacto que se tiene en un show presencial, resurgió como opción única ante la situación de cuarentena. A partir de aquí, que se abre un amplio debate entre lxs artistas.

Los pro y los contra de la transmisión en vivo

Uno de los pro tiene que ver con el alcance global que esta forma de transmitir en vivo genera y con poder disfrutar un show desde la comodidad de la casa. Se suma también el hecho de que haya servido como herramienta momentánea para continuar sosteniendo la actividad de lxs trabajadores de la cultura. Algunxs afirman que se logra una mayor capacidad de venta, pero la mayoría coincide que esto depende de la convocatoria que el artista ya venía teniendo antes de que la pandemia comenzara.

Como contras, en general sucede que la experiencia sensorial que se vive de forma presencial en cualquier espectáculo se ve disminuida, o no llega a establecerse una conexión o clima entre lxs artistas y el público como suele pasar cuando se concurre al lugar.

En lo que si coincide la totalidad de lxs músicxs que forman parte de la escena del momento, es que sea como sea, el arte debe seguir siendo compartido y visibilizado, hasta que llegue el momento de poder volver a la magia de los escenarios.

Share:

Deja un comentario

Ir al contenido