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Yukio Mishima: a 51 años de su muerte ritual

El escritor japonés nació el 14 de enero de 1925 y dio por finalizada su vida el 25 de noviembre de 1970. A pesar de que su nombre de nacimiento era Kimitake Hiraoka, el escritor es mundialmente conocido como Yukio Mishima. Fue un novelista, poeta, dramaturgo, guionista, crítico japonés y ensayista. Autor de grandes obras como El rumor del oleaje, Confesiones de una máscara, el cuento “Patriotismo” y “La perla”, entre otros. Fue candidato al Premio Nobel de Literatura en 1968, sin embargo, el ganador de esa entrega sería su mentor, Yasunari Kawabata.

La estética en su forma literaria mezcla aspectos de la modernidad y el tradicionalismo japonés, juega con la sexualidad, la muerte y la política. Su ideología política estaba fuertemente marcada por un nacionalismo de derecha: Mishima se oponía a la occidentalización de Japón y la ocupación Estadounidense en territorio nippon tras la Segunda Guerra Mundial. Mishima, junto a otros cuatro compañeros, fundó el Tatenokai (traducido como ‘Sociedad del Escudo’), una entidad privada militar que defendía la autoridad del Emperador. Su objetivo principal era la vuelta del Emperador al poder, es decir, sacarlo de la figura simbólica y colocarlo como único regente.

Yukio Mishima

Un día como hoy, 25 de noviembre, pero 51 años atrás, Yukio Mishima decide terminar con su vida al seguir el método seppuku, un suicido ritual japonés explayado en el código samurái (Bushido). En él se remarca la conservación del honor hasta la muerte; aunque hubiera un fallo como guerrero, la decisión de terminar con la vida era una forma de mantener el honor como ser.

Yukio Mishima: la idealización de su plan

El 25 de noviembre de 1970, Yukio envió a su editor el último fragmento de su obra El mar de la fertilidad. La editorial Shinchōsha fue la encargada de publicar gran parte de sus trabajos literarios e incluso impulsó, en 1988, la creación del Premio Mishima Yukio para celebrar honoríficamente al autor. Cerrando esa parte de su vida, Mishima prosiguió a visitar al comandante del campamento Ichigaya, cuartel general en Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa.

Yukio Mishima

Junto a sus cuatro compañeros y fundadores de Tatenokai, tomó como rehén al comandante y colocó barricadas en el despacho. Mediante un manifiesto estos hombres pretendían dirigirse a los soldados del cuartel. Su objetivo era inspirar un levantamiento y, posteriormente, realizar un golpe de Estado que le restituya el poder al Emperador y anule la Constitución de 1947.

Sin embargo, el manifiesto no pudo ser oído, debido a esto el discurso acabó apenas unos minutos después de haber comenzado. Ante la imposibilidad del triunfo, Yukio Mishima realizó su seppuku.

Conviene señalar que todo resultado de análisis depende de la conjunción entre la cosmovisión del autor y del receptor. Ahora bien, el seppuku era un ritual de suicidio exclusivo de los samuráis. En este sentido, la imagen de Mishima dista mucho de parecerse a estos guerreros japoneses. ¿Puede ser considerado un samurái?

Si profundizamos en su figura pública, su forma de lucha era particularmente contra la Constitución de 1947. Esta era una formalización política y diplomática -posterior a la Segunda Guerra Mundial- que constituía volver a colocar al Emperador como símbolo tradicional carente de poder, y la legalidad del avance Occidental; pero sobretodo, el avance estadounidense sobre el archipiélago. Una occidentalización de Japón. Es posible pensar que Mishima temía al olvido de los valores tradicionales japoneses. Si debiésemos definir su postura hoy en día, este escritor sería un nacionalista de derecha firme con la tradición, pero también abierto a la modernidad. Esto mismo puede observarse en sus obras.

Mishima logró construir textos con una estética que remonta al pasado, tomando lo necesario y volcándolo al presente para adaptarlo. Además, enlaza, distancia, y crea textos que juegan con el temor al olvido y el respeto al presente. ¿Debemos enlazar vida real y literatura? Habría que tomarlo con pinzas, el autor de “Patriotismo” (1960) plantea una situación: la incapacidad de cumplir. No había vuelta atrás en cuanto al avance de Occidente, especialmente con el avance de Estados Unidos sobre Japón, Mishima -quizá- veía una pérdida para su país, una pérdida de valores. No podía cumplir en una sociedad indeseada. Su entidad privada y militar poseía unos 300 adheridos al momento del suicidio, no obstante, se sospecha que Mishima estuvo preparando el suceso del 25 de noviembre con años de anticipación. ¿Fanatismo que roza la obsesión?

No prestarse a la confusión

Esta es la historia de Yukio Mishima. Sin embargo, no debemos confundir el espectro de los suicidios en Japón con los valores tradicionales del país o con una replica a la figura del samurái. Este año, el poder japonés creó el Ministerio contra la soledad para combatir la tasa de muertes. Según fuentes como El País, tras un estudio de campo por parte del gobierno nipón, el 14% de las personas fallecidas no se encontraban conviviendo con alguien al momento del hecho. Por lo tanto, se estima que la soledad puede ser un factor problemático.

El Ministerio busca una estrategia, junto con otros ministerios, para analizar los fenómenos de la baja de natalidad y masificación en grandes ciudades. Con la creación de este ministerio contra la soledad, se espera la cooperación de los ciudadanos japoneses y la posibilidad de combatir el estigma contra la salud mental. El objetivo es ayudar a quien lo necesite porque siempre hay una salida.

Línea de Prevención del Suicido (Argentina): (011) 5275-1135 (desde todo el país) y/o 135 (Línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires).

Página web: http://asistenciaalsuicida.com/linea-de-prevencion-del-suicidio-argentina/

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