Polly Nor, la mujer y sus demonios | Rock y Arte - Divulgación Cultural
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Polly Nor, la mujer y sus demonios

Con las emociones a flor de piel Polly Nor, artista contemporánea londinense de 31 años, ilustra de manera oscura, satírica y sexual a la mujer y a sus demonios.

En sus obras representa a la mujer en situaciones cotidianas de su vida; reunida con amigas, en su casa o en su trabajo.

Polly Nor y el arte de romper estereotipos

Esta artista explica que durante muchos años el diablo, los demonios y el género femenino han sido asociados, pero Polly Nor representa a la mujer de hoy acompañada por demonios, aquellas figuras retoricas que hacen alusión a los hombres y agrega que los mismos a veces pueden parecer como seres destructivos y amenazantes, pero otras veces pueden ser reconfortantes y protectores.

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Pollu Nor utiliza una técnica artística cercana al feísmo y a las características propias de las historietas para representar los comportamientos machistas que padecen día a día las mujeres, sobre todo aquellas que están en una relación tóxica que las consume poco a poco. 

En sus imágenes Polly Nor nos habla sobre la importancia que significa tener una mano amiga y alguien a quien recurrir cuando se está atravesando por un mal momento amoroso.

Si bien sus líneas de dibujos son limpias y honestas, ensucia las imágenes con los objetos de utilería, ya sean papeles tirados en el suelo, condones usados en la basura o ropa sucia sobre la cama.

Esta artista acompaña cada ilustración con las frases que son mayormente utilizadas por los hombres cuando estos piden disculpas o buscan ser excluidos de la culpa; “es solo una amiga”, “cambie por vos”, “dame otra oportunidad, ya soy otro”, entre muchas otras.

polly nor
            While Nobody´s watching

Estas obras también retratan inseguridades femeninas, utiliza a los espejos como aquellos objetos que muestran ese encuentro tragicómico consigo misma, en donde todo lo que ve la mujer está desordenado y catastrófico.

La mayoría de sus piezas tratan sobre la relación que el personaje femenino tiene consigo misma, demostrando como una puede sentirse feliz y satisfecha por un minuto y al siguiente, sentirse en soledad y depresiva.

Su trabajo deja en evidencia los sentimientos y la ansiedad que una persona puede sufrir respecto al uso de la tecnología y a la exploración de la imagen que las personas tienen sobre ellos y su búsqueda de identidad y aprobación por sus iguales.

Polly Nor, dibuja a la mujer normal, aquella que sí representa a la población femenina de manera adecuada.

El cuerpo femenino lo ilustra de manera moderna, teniendo en cuenta diversas artistas como Frida Kahlo, Celeste Mountjoy y Nina Chanel Abney.

Esta artista junto a muchas otras, destruyen los estereotipos creados sobre lo femenino y convierten sus materiales artísticos en objetos que reclaman una reflexión social.

Arte femenino vs. Arte feminista

El arte femenino ha ocupado un lugar especial en el campo del arte, pero únicamente por su condición pasiva, es decir, como elemento contemplativo y estimulante para el individuo masculino. Pero desde los años 70 del siglo XX, lo femenino comenzó a asumir una postura consciente y un papel destacado respecto a las diversas producciones artísticas y consiguieron obtener un rol activo.

“Cuando las mujeres usan sus propios cuerpos en su trabajo artístico, ellas están usándose a sí mismas, un factor significante psicológico convierte estos cuerpos o rostros desde objeto a sujeto”-

Lucy, R. Lippard.

La estética femenina connota a un arte que expresa a la mujer como algo natural, esencial, y no como un cuerpo formado y deformado por las diversas representaciones culturales.

El arte femenino sería aquel estilo que representa a una femeneidad universal que pone énfasis en los valores y los sentidos que los individuos masculinos le han atribuido y reservado especialmente a la mujer.

Por otra parte, el arte feminista, es aquel que postula e ilustra a la mujer como un sujeto opresivo y sufrido de diversas opresiones patriarcales e invita a tomar conciencia sobre ello.

Este estilo de arte busca corregir las imágenes que han sido estereotipadas de manera rebajada y castigadas desde varios años por lo masculino-hegemónico, por ello este arte es constantemente motivado por las críticas de la ideología sexual dominante y comienzan a ilustrar a las mujeres en relación a los cumplimientos de sus derechos y labores.

Una realidad es que en muchas ilustraciones representaban a la figura de la mujer como algo aislado y marginado, pero esto logro cambiar gracias a las nuevas ideas sobre la educación y formación de las mujeres, estas nuevas obras artísticas feministas comienzan a reivindicar a la mujer y dejan de lado aquellas ilustraciones en donde las mismas eran objeto de burlas y humillaciones.

Se hace fácil interpretar que gracias a estos avances los personajes femeninos aparecen libres en escenarios cotidianos. El arte feminista desafía la norma dominante y otorga un espacio destacado a aquellas mujeres que buscan ilustrar sus cuerpos y sus personajes femeninos dueños de su sexualidad, género y pensamientos.

Arte feminista en Latinoamérica

Arte feminista: Lo personal, cada día más político, es la segunda muestra virtual organizada por la asociación de galerías Art Focus Latinoamérica, la misma se puede visitar de forma virtual desde el 6 de marzo al 13 de mayo de este año en su plataforma web.

El hogar, el cuerpo, el lenguaje, la visibilización de las mujeres y el uso del soporte textil son las tramas que cruzan cada una de las obras de las artistas convocadas.

En esta muestra, el arte actúa como un espacio para la reflexión desde una postura feminista; un arte feminista que aparece como catalizador y acción, como posicionamiento político y representación desde otros lugares de enunciación, declara Cerrucha en su texto curatorial.

Algunas obras de Arte Feminista: Lo personal, cada día más político incitan a reflexionar sobre la violencia que históricamente ha sido ejercida sobre los cuerpos femeninos, la cual sigue agudizándose luego del confinamiento impuesto por la pandemia del Covid-19, e igualmente reclaman sobre la importancia del espacio privado y las maneras de habitarlo que las mujeres necesitan en su vida.

Ana De Obregoso (Perú), creo una obra titulada Chalecos de poder, con la cual alude a las protestas por los derechos de las mujeres y evidencia la violencia ejercida durante años sobre éstas. Esta artista propone reflexionar mediante su obra sobre la resistencia y resilencia de las mujeres.

Annette Turrillo (Franco-Venezolana), presenta una serie de textiles inspirados en el empoderamiento de la mujer después de la Segunda Guerra Mundial. En sus dibujos destaca los procesos, elementos y símbolos a los que se le atribuye un carácter femenino, como el agua, el cobre y la luna.

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                      Artista: Celina Portella

Celina Portella (Brasil), es otra de las artistas invitadas y ella trabaja con las artes visuales y la danza. Foto Novela de Opresión, muestra una figura femenina siendo acorralada progresivamente por una masa negra que la va dejando completamente oculta. Mediante esta obra su autora evidencia la opresión e invisibilización  que sufre el cuerpo femenino por fuerzas oscuras externas.

La maternidad y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos es el tema que retrata Judith Romero Orizaba (Veracruz), en ella explora aspectos relacionados con el cuerpo, las identidades y las decisiones políticas que comenzaron a asumir las mujeres frente a las imposiciones sociales.

La artista Nicole Mazza (Argentina-Estados Unidos), en esta muestra de arte declara que utiliza una técnica de tejido con los que muestra figuras autorretratadas, junto a referencias religiosas e imágenes eróticas y conforma con ellas, figuras que presenta en posiciones de incomodidad, en donde sus extremidades se entrelazan, envuelven, alcanzan y desean. 

Nicole en sus obras muestra actos de canibalismo, ilustrando la forma en que la sociedad consume los cuerpos y busca un balance entre lo delicado y lo grotesco, como una forma de representar las rupturas y fisuras del tejido social.

El arte y el movimiento feminista van de la mano desde sus inicios. Todas las obras feministas constan de un poder inigualable, mayor y colectivo el cual lo utilizan completamente para poder interpelar a sus públicos de manera eficiente. Logran cuestionar la transformación de nuestro contexto, ayudando a las niñas y mujeres a que puedan gozar de una vida libre de violencia.

El arte feminista es un acto político.

“Han sido las mujeres quienes han hecho el arte más desafiante en la última década. Desde el punto de vista psicológico, su trabajo es mucho más extremo que el de los hombres”

Bárbara Kruger.
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Periodista y comunicadora de realidades. Los hechos son verdades. Antes que nada, un café.

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